MI TESOOOROO.

When asked about the purpose of medical research most people would hopefully reply: to advance knowledge for the good of society; to improve the health of people worldwide; or to find better ways to treat and prevent disease.

Publicado hoy en The Lancet

Al hilo del último post y siguiendo un pequeño debate abierto en Twitter sobre la publicación de artículos financiados, hoy continúo aquí el mismo.

:-( RT @ediazsan: La mitad de los estudios de salud pagados por la UE no publica sus resultados ow.ly/h5wF3
— Azucena Santillán (@Ebevidencia) 24 de enero de 2013

Hay varias preguntas que surgen a un investigador novel a la hora de la publicación, ¿puedo publicar parte de los resultados?, ¿qué es lo que se considera como publicado si quiero optar a un premio?, ¿debe quedarse en el cajón si la entidad patrocinadora decide no publicarlo? si participo en un certamen no podré volver a publicar ese trabajo o hay un tiempo de espera tras el cual puedas publicarlo.

Para alguien que se inicia en la investigación con un proyecto financiado, sin ninguna infraestructura potente que le respalde y le apoye, sólo el hecho de llegar a desarrollarlo ya supone un considerable esfuerzo. Superar la primera  barrera de la presentación de memoria no es nada con toda la cantidad de trámites, burocráticos y comerciales de todo tipo, de la memoria económica que tienes que realizar a continuación y casi siempre con unos plazos muy limitados. Todo esto en medio del desarrollo de tu investigación cuando estás inmerso en plena recolección o análisis de datos. Por supuesto mientras tanto tu vida personal, familiar y laboral continúa con lo cual tratar de compatibilizar todo a veces, muchas veces, es estresante.

Si detrás existe una buena infraestructura, asesoría, fundación o unidad de investigación que se dedique a toda esta parte, esto se hace más fácil aunque sea el investigador principal el responsable. Pero esta situación es la que pasamos los que nos dedicamos a la investigación con minúsculas y casi en subíndice, no por los logros o resultados que se puedan conseguir, muchas veces con un resultado muy favorable costo-efectivo, si no por la escasez de medios y apoyo con el que se cuenta, a pesar de prestigiosas campañas a su favor. 

Bien, el trabajo ha finalizado, hemos conseguido saltar todas estas barreras y llevarlo a su fin, hemos presentado resultados parciales en algunos foros y una memoria previa a nuestra entidad financiadora y ya tenemos las conclusiones finales. Los resultados que arroja son bastante interesantes y estamos deseando que vean la luz sobre todo después del gran esfuerzo realizado y ¿ahora qué? Una vez entregada la memoria final y después de todo esto ¿esperamos a que decidan publicarlo? ¿Cuánto tiempo debe transcurrir hasta verlo negro sobre blanco? ¿Es oportuno publicarlo tras X tiempo transcurrido?

Muchas veces este tiempo de espera, de incertidumbre o si interfieren situaciones personales a las que dar prioridad, hace que tu trabajo se “haga viejo” en un cajón o no resulte de interés para los editores. Otras vecs sucede lo que comenta el artículo publicado hoy en The Lancet:

The reality is different. The research environment, with its different players, is now much less conducive to thinking about such noble goals. Funders have often adopted long-drawn-out bureaucratic processes for their grant giving, and yet rarely ask for a systematic assessment of the need for the proposed research. Full costing is often demanded at first submission with enormous waste of time and resources. Funders operate within political frameworks that emphasise short-term successes and outcomes. Decisions are dependent on opaque peers' and experts' assessments within each field and take many months. Pharmaceutical companies and industry-sponsored research seek a maximum profitable return on their investment. And academic institutions, which are more and more expected to operate like businesses, think about the economic benefit and the commercial potential of research, or about their performance in a research assessment exercise (measured largely by the surrogate of publications). Research has become an enterprise, an economic engine for nations, a necessary step on the way to economic growth. But surely the purpose of research is more than that.

It is time to stop and reflect on how we got to this point and how we can restructure and reframe the way research is done and rewarded. First, we need to remind ourselves about the real purpose of research. Second, we need to find ways of deciding what research is needed and what impact it is likely to have. Research funders and those who benefit from research—patients, practising clinicians, and policy makers—have a crucial role here. Third, academic institutions should assess and reward researchers on a long-term basis, which will make it much easier to assess the true and meaningful impact of their research. Finally, researchers must remind themselves why they have chosen their career. They must do more to defend an environment conducive to research that is for the benefit and health of people worldwide, not merely as one element of economic policy making.

(The Lancet, Volume 381, Issue 9864, Page 347, 2 February 2013)

Según esto y siguiendo los consejos de dos buenos amigos

@ediazsan @carmenvillarb tal vez el probleme esntonces sea que no sabemos divulgar nuestro trabajo, que tal la wed social para ello?
— Azucena Santillán (@Ebevidencia) 24 de enero de 2013

Bueno, aquí dejo el mío:

Control de Calidad en Esterilización en los centros de Castilla y León from Carmen Villar